Soledad Dahbar concibe el arte como un modo de conocimiento y como una práctica de intercambio social. También como un dispositivo multiplicador de imágenes y significantes que emulan la idea de continuidad espacio-temporal sujeta siempre a lo material.
En su trabajo le interesa ahondar en la relación que establecemos como humanxs con otros modos de existencia, los cuales consideramos muchas veces apenas un recurso. Plantea una nueva subjetividad descentrada, donde podamos percibirnos en la intersección con lo existente sin jerarquías ni orden, sucumbiendo a todo intento de dominación.
Utiliza materiales reflectantes provenientes de entornos naturales e industriales -tales como vidrio, espejo, acero inoxidable, minerales y piedras-; y en general exhibe su trabajo como una instalación narrando un proceso o una idea.
En sus trabajos hay cierta geometría prismática que va reconfigurando la mirada al desplegar una serie de planos que juegan entre lo bidimensional y lo tridimensional, como si el espacio necesitara expandirse por fuera y dentro de su propio recorte. Es su forma de hablar de lo inabarcable.
Desde 2015 dirige el proyecto La Arte.